miércoles, 6 de agosto de 2008

ILUMINACIÓN… Desprendiéndote del Pasado

Desde mi más tierna infancia he estado enamorado del silencio.

Siempre que podía, me sentaba en silencio.

Había un hermoso árbol bodhi, y era muy tentador para mí.

La primera experiencia de salirme del cuerpo que tuve, fue al caerme de un árbol.

Un día, de repente, vi que estaba sentado en el árbol y, al mismo tiempo, que mi cuerpo se había caído y estaba tumbado en el suelo.

He estado buscando la puerta de la iluminación desde que tengo memoria, desde mi más tierna infancia.

Debía de traer esta idea desde mi vida anterior.

El último año, cuando tenía 21 años, fue un momento de colapso nervioso y de una gran ruptura.

Aquel año fue tremendo. Estaba rodeado de la nada, del vacío. Había perdido todo contacto con el mundo.

Si me recordaban que comiera, comía; si no, pasaban los días y no comía.

Todo mi interés estaba en profundizar cada vez más en mí mismo.

Y la puerta era tan magnética, el tirón era tan inmenso...

Esto lo he experimentado en mí mismo.

Durante un año, estuve en tal estado, que casi era imposible saber qué me estaba sucediendo.

Sólo estaba un poco en el cuerpo cuando me dolía.

No hablaba con nadie porque todo se había vuelto tan inconsistente que hasta formular una frase resultaba complicado.

Me costó un año volver a interesarme por algo, tener una perspectiva.

No tenía a nadie que me apoyara, no había nadie que me dijera adónde estaba yendo y qué era lo que me estaba pasando.

Simplemente, había sido arrojado hacia mí mismo.

Me reí, una risa realmente escandalosa, al ver el completo absurdo de tratar de iluminarme.

Me había esforzado durante muchas vidas, había sido mi único objetivo durante muchas, muchas vidas.

Cuando digo «el día en que alcancé la iluminación», estoy utilizando un lenguaje incorrecto, porque no hay otro lenguaje, porque el lenguaje lo creamos nosotros.

A mí me sucedió en un estado de relajación total; siempre sucede en ese estado.

Había estado trabajando durante muchas vidas.

El mismo esfuerzo era el obstáculo, la misma escalera lo estaba impidiendo, la misma necesidad de buscar era el obstáculo.

Justo antes del 21 de marzo de 1953, siete días antes, dejé de trabajar en mí mismo.

Pero en aquel mismo momento algo empezó a suceder. Comenzó a suceder aquello por lo que había estado trabajando durante muchas vidas y que no había sucedido.

Esos siete días fueron una transformación tremenda, una transformación total.

Me estaba liberando de mi pasado, me estaba desarraigando de mi historia.

En esos días solía acostarme entre las doce y la una de la madrugada, pero aquel día fue imposible mantenerme despierto. Los ojos se me cerraban, me costaba mantenerlos abiertos.

Me fui a dormir hacia las ocho.

Fue un sueño muy extraño. El cuerpo estaba dormido, yo estaba despierto.

Hacia las 12, de repente se abrieron mis ojos; yo no los había abierto.

Sentí una gran presencia a mi alrededor, en mi habitación.

Era tan sumamente real que todo lo demás se volvió irreal.

Aquella noche por primera vez entendí el significado de la palabra maya.

Aquella noche otra realidad abrió su puerta, otra dimensión se hizo accesible.

Surgió en mí una profunda necesidad de salir corriendo de la habitación, de ir bajo las estrellas; me estaba ahogando. ¡Era demasiado!

Caminé hacia el jardín más próximo.

Me sentía sin peso, como si alguna energía me estuviera llevando.

Surgió un tremendo poder, como si pudiera hacer cualquier cosa que quisiera. Yo no estaba allí, sólo el poder estaba allí.

Me gustaría llamarlo ello, porque Dios es una palabra demasiado humana y se ha ensuciado demasiado de tanto usarla.

En el momento en que entré en el jardín, todo se volvió luminoso, estaba por todas partes la bendición, la beatitud.

Y aquel día sucedió algo que ha continuado, no como una continuidad, sino como una corriente subterránea.

Y desde aquella noche no he vuelto ha estar nunca en el cuerpo.

Estoy flotando a su alrededor.

El milagro ha sido continuo.

Recuerda, desde ese día nunca he estado realmente en el cuerpo; sólo me une a él un hilo delicado.

Desde ese día el mundo es irreal. Otro mundo ha sido revelado.

Aquella noche me vacié y me llené.

Aquella noche la muerte fue total. Fue una cita con la muerte y con Dios simultáneamente.

La iluminación es un proceso muy individual.

La iluminación no es otra cosa que despertar.

Puedes despertar en cualquier momento.

A cada individuo le sucederá de una manera diferente.

La iluminación es una canción totalmente individual, siempre desconocida, siempre nueva, siempre única.


Osho
"Autobiografía de un místico espiritualmente incorrecto"

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SI UNO ESTÁ DORMIDO HAY MUY POCAS POSIBILIDADES DE QUE SE DESPIERTE POR SI SOLO

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